Si Hungría está considerado el país de las aguas termales, lo mismo se puede decir de la ciudad de Budapest. Aunque el país no tiene salida al mar, el Danubio es uno de los elementos principales de la geografía húngara, como también lo es el lago Balatón, un destino vacacional muy popular entre los húngaros; tanto así, que se le conoce como el mar de Hungría. Y no hay que olvidar los múltiples manantiales y pozos de Budapest, que sorprenden a los visitantes de los spas con sus propiedades relajantes y curativas.

El agua juega un papel muy importante en el día a día de la ciudad. Las abundantes aguas termales y minerales recorren la superficie y alimentan los baños termales y spa que se encuentran repartidos por Budapest, todos ellos distintos y merecedores de una visita.

Hungría se ha ganado una merecida reputación internacional por sus numerosas fuentes de aguas termales y minerales. Repartidas por toda la geografía del país, invitan a los viajeros de todo el mundo a probar sus propiedades curativas, o simplemente a relajarse y a disfrutar de los múltiples servicios que ofrece el spa. Hungría es el quinto país en cuanto al número de aguas termales. Solo en Budapest podemos encontrar más de 100 manantiales y pozos termales, por lo que la ciudad se sitúa en el número uno del mundo.

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