Los tesoros del Gran Budapest
La capital húngara tiene todo lo necesario y más para mantener a sus visitantes entretenidos, pero también es un excelente punto de partida para excursiones a otros lugares, si desea no limitarse a la capital, sino conocer el país en su conjunto. Hungría posee unas magníficas infraestructuras, con Budapest en el centro, por lo que existen múltiples rincones a los que desplazarse en tan solo una hora. Le resultará sencillo acercarse a los pueblos cercanos a la capital tanto por carretera como en tren o en barco. Esta última opción es la que ofrece mejores vistas. Tras un reconfortante desayuno en su hotel o apartamento, puede hacer pequeñas escapadas a numerosos destinos, todos ellos a poca distancia de la capital.
Navegue por el Danubio, el río más largo de Europa central, que además de ser un elemento fundamental del paisaje de Budapest forma parte de la historia comercial del país. Aproveche la comodidad de los viajes organizados para conocer y explorar la región que rodea la capital húngara.
Si se decide a salir de la ciudad, su primera parada debe ser Szentendre. Este pueblo tiene una historia muy interesante y deleita a los visitantes con sus calles estrechas, músicos callejeros, retratistas, una artesanía diversa y una oferta gastronómica tradicional. La localidad es famosa por la producción de mazapán, incluso existe un museo dedicado a la historia de este dulce. Acérquese hasta el Skanzen de Szentendre, el museo etnográfico al aire libre, y familiarícese con la arquitectura, la agricultura, la decoración y el día a día de ocho regiones húngaras.
Visite el templo religioso más grande de Hungría en Esztergom: la basílica. Suba a la cúpula y maravíllese con las deslumbrantes vistas de los alrededores. La ciudad alberga una de las colecciones de reliquias y objetos religiosos más amplias de Europa central, y cuenta con un gran número de obras de arte de varios artistas internacionales.
Disfrute de la magnífica vista que ofrece el castillo de Visegrád, antigua residencia de la corte real. Para llegar se debe subir una cuesta empinada, pero las vistas sobre el Danubio compensarán el esfuerzo. No olvide llevarse algún suvenir, degustar una comida tradicional y probar su pericia en el tiro con arco, una actividad muy recomendable si se viaja con niños. Si lo que busca es una buena dosis de adrenalina, pruebe con un trineo de carreras. Si visita este lugar, tome un ferry por el río para contemplar esta magnífica vista desde un ángulo muy distinto.
Etyek debe su merecida fama a la tradición vitivinícola, que se remonta a la época de los romanos. Esta ciudad se puede considerar el viñedo de Budapest; en la actualidad alberga cientos de bodegas que producen vinos tintos, blancos y espumosos de la mejor calidad. Esta pequeña y pintoresca aldea del vino es ideal para un picnic tradicional, con vinos de calidad y delicias de la gastronomía local.
Gödöllő es un destino muy popular; todos los húngaros lo han visitado al menos una vez con el colegio. La ciudad está repleta de edificios antiguos que se pueden ver en una excursión de día completo. Cabe destacar el magnífico Palacio Real (construido en un estilo que se conoce como barroco Gödöllő), pero quizá también quiera visitar la reserva natural.
El castillo de Gödöllő es uno de los castillos más destacados de Hungría por su tamaño. Se trata de uno de los castillos barrocos más grandes del mundo. Fue la residencia de verano de la Reina Elisabeth, conocida como Sissi, durante la época del Imperio austrohúngaro. A Sissi le encantaba este lugar; los húngaros la admiraban y la trataban con cariño.