El recinto más especial de música en directo en Budapest es muy diferente. El A38, un antiguo carguero ucraniano atracado junto al puente Petőfi, ofrece todo tipo de música: rock, indie, underground o electrónica con escenarios interiores y exteriores. Quien quiera, puede salir en busca de aire fresco y disfrutar de una magnífica vista nocturna de la ribera.
Al otro lado del río, junto al puente Rákóczi, el parque de Budapest acoge en verano importantes actuaciones de artistas locales y extranjeros, en un extenso recinto al aire libre que permanece abierto hasta el amanecer. El Papp László Budapest Sportaréna, con capacidad para 12 500 espectadores, ha recibido recientemente a Kraftwerk, Rod Stewart y Sting, entre otros. El antiguo pabellón de deportes es el lugar predilecto para grandes conciertos. Al lado, el nuevo estadio Ferenc Puskás va cogiendo forma; su inauguración está prevista para 2019. Antes conocido como Népstadion, fue testigo de actuaciones de artistas legendarios como Queen, Michael Jackson y Bruce Springsteen.
En la ciudad abundan los clubs. El más destacado, el Akvárium Klub, se encuentra en la céntrica plaza Erzsébet, con capacidad para 1300 personas; otro, más pequeño, para 700 personas; y uno más íntimo, el VOLT Lokál, para 300 personas. En el exterior, algunos cientos de personas pueden disfrutar de la terraza.
A poca distancia de allí se encuentra la zona de fiesta por excelencia de la ciudad, donde algunos bares de ruinas cuentan con una agenda de conciertos. En la calle Király, uno de ellos, el Kuplung, recibe a bandas indie de Budapest como The Bluebay Foxes, que actúan de vez en cuando. En la calle Akácfa, en el Fogas Ház también son frecuentes las actuaciones de grupos tanto húngaros como del panorama internacional.
Si se buscan muchos decibelios y música grunge, sin duda se debe visitar el Dürer Kert; se trata de un antiguo internado situado junto al parque de la ciudad (Városliget) convertido en un recinto de tres plantas con jardín y bar en el que disfrutar de música en directo, donde predominan el punk y el metal.
Si lo que se busca es metal, el Barba Negra, al sur de Buda, deleita a sus fieles asistentes (vestidos normalmente con prendas de cuero) con bandas tributo a Kiss y bandas suecas de glam rock. Cerca de allí, en el Fonó Budai Zeneház, el ambiente cambia por completo; se centra principalmente en la música folk en directo, tanto húngara como de la cuenca de los Cárpatos. Allí, las noches de táncház (noches de baile) cuentan con una larga tradición; se trata de eventos participativos donde los principiantes aprenden los pasos antes del espectáculo.
En la ciudad nunca ha faltado el jazz. Los artistas locales más destacados, así como una serie de artistas internacionales, utilizan el magnífico sistema de sonido del Budapest Jazz Club y llenan un antiguo cine de Újlipótváros, un barrio con gran potencial. Al sur de Pest, el Opus Jazz Club es también clave; allí, las obras de Keith Tippett y Django Bates dan vida al excepcional piano Fazioli.