Desde septiembre de 2017, Sir Simon Rattle dirige la Orquesta Sinfónica de Londres. Fundado en 1904, el conjunto ha sido considerado durante muchas décadas como una de las orquestas más importantes del mundo, más allá de su posición en la capital británica. El programa de conciertos con el que el nuevo director y la nueva orquesta se presentan por primera vez juntos ante el público húngaro se ha elaborado con el espíritu de los marcados contrastes que han prevalecido en la programación de conciertos de estos días. Para Béla Bartók y Anton Bruckner eran realmente mundos aparte. Mientras que Bartók se caracterizaba por una concisión implacable, Bruckner era épico en escala y favorecía las 'repeticiones mágicas'. Con una forma sinfónica propia de cuatro movimientos y una estructura compositiva fuertemente contrapuntística, Music for Strings, Percussion y Celesta continúa en parte la tradición clásica vienesa y, también en parte, la de la época barroca. Su Sinfonía No. 6, por otro lado, aunque también es una obra de cuatro movimientos, está ligada al sistema romántico de gestos y formas de expresión. Gracias a eso, las dos obras que se tocan una después de la otra, presentan tanto las virtudes amplias del director como las de la orquesta.

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