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Budapest, ciudad de maravillas invernal

Budapest - Spice of europe
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La capital de Hungría es animada y bonita durante todo el año, pero presenta un encanto especial en invierno, sobre todo durante las fiestas navideñas. En esa época, las calles se visten de luces y el delicioso aroma de las castañas asadas, los bizcochos de chimenea con canela y del vino caliente invaden el ambiente. Los habitantes de Budapest salen de casa en busca de la magia de los mercados, de eventos culturales, de las aguas termales calientes que ofrecen ...

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Haga el frío que haga, en invierno merece la pena abrigarse bien para salir del hotel y pasear por el centro de la capital. Especialmente por las tardes, cuando las principales calles de Budapest muestran todo el esplendor de las luces navideñas, y tanto los locales como los visitantes rebosan de alegría. Incluso moverse en transporte público puede ser una experiencia inolvidable, ya que en esas fechas muchos de los tranvías van decorados con luces azules y blancas que le harán sentirse inmerso en el ambiente festivo.  

También merecen una visita los mercados navideños, con su irresistible aroma a canela, vino caliente, castañas asadas y otras exquisiteces recién preparadas. Los puestos de venta atraen a los visitantes con sus simpáticas estructuras de madera y una amplia gama de productos húngaros pintorescos, entre ellos cerámicas, mieles especiales, prendas de diseño exclusivo, bolsos, artículos de joyería, velas, juguetes hechos a mano y otro tipo de productos artesanales. En los puestos de comida se venden productos recién salidos de la parrilla o el horno, por lo que son una gran oportunidad para probar los bizcochos de chimenea u otras especialidades húngaras que no le dejarán indiferente, como la sopa de gulash o las salchichas picantes.

 

El mercado navideño más popular se instala en la plaza Vörösmarty, al que acuden 800 mil visitantes cada año. El recinto ofrece conciertos, funciones de títeres y talleres para el disfrute de toda la familia, mientras que en el mercado situado junto en la basílica de San Esteban se imparten lecciones de patinaje para niños y hay música en directo, y se ofrece de una gran variedad de objetos artesanales. Esta feria también cuenta con uno de los mayores espectáculos de pintura de luz en 3D de Europa Central, con espectaculares animaciones, escenas festivas y religiosas proyectadas en la fachada de la Basílica. Allí se encuentra también el Ojo de Budapest, una noria gigantesca dispuesta a hipnotizar a quienes se atrevan a montar y disfrutar de las espectaculares vistas sobre la ciudad en luces.

Aquellos que buscan emocionantes aventuras invernales también deberían visitar uno de los centros culturales más importantes de la capital, el Palacio de las Artes de Budapest (Müpa). Este establecimiento, situado en un magnífico edificio contemporáneo en la pintoresca orilla del Danubio, ofrece unas vistas impresionantes y una gran cantidad de eventos inspiradores. Además, en diciembre cuenta con su propio festival de invierno al aire libre montado en la tienda de campaña Müpa, que ofrece conciertos, programas infantiles, funciones de teatro y espectáculos de circo contemporáneo.

 

En invierno, Budapest ofrece muchas maravillas que le harán sentir como si estuviera adentrándose en un mágico cuento de hadas. Una de las actividades más fascinantes que se puede hacer en esta ciudad es patinar sobre la pintoresca pista de hielo del Parque de la Ciudad, justo al lado del romántico edificio del castillo de Vajdahunyad; en verano, la pista se convierte en un lago que se utiliza para paseos en bote a remo. Su mágica atmósfera lo convierte en un lugar realmente único, además de ser la pista de patinaje más grande y una de las más antiguas del continente europeo.

 

Relájese en las aguas termales curativas de los numerosos balnearios de Budapest

A pesar de que la temperatura exterior puede descender bajo cero, en la capital de Hungría también es posible disfrutar de un baño caliente bajo el cielo invernal. La ciudad se enorgullece de contar con numerosos balnearios históricos en los que uno puede calentar el cuerpo y el alma. Además, la mayoría están ubicados en magníficos edificios de cientos de años de antigüedad.

 

Cuando el frío se asienta, no hay nada mejor que darse un baño en agua caliente y vaporosa para relajar el cuerpo y la mente. Uno de los lugares más populares para disfrutar de un baño refrescante son los baños termales de Széchenyi, que se encuentran en el Parque de la Ciudad y que cuentan con cámaras de vapor, saunas y 22 piscinas. Aquí puede sumergirse en la enorme y espectacular piscina al aire libre, aunque el clima esté helado, ya que está abierta todo el año y recibe a los huéspedes con el agua termal a una temperatura constante de 38 °C/101 °F. También cabe mencionar la impresionante arquitectura, las majestuosas estatuas y la decoración del edificio, aunque lo que más llama la atención del lugar es el espectáculo de ajedrecistas en la piscina, un tema que ha inspirado a muchos fotógrafos.

Otro hermoso lugar para darse un baño es el edificio de 450 años de antigüedad en el que se encuentra el balneario termal de Rudas. Incluso, es posible bañarse los viernes y sábados por la noche. También puede relajarse en la exclusiva piscina situada en la azotea mientras admira la magnífica vista panorámica sobre la colina Gellért, el Danubio y Pest, la parte plana de la ciudad. El balneario Gellért está situado en un imponente edificio de arquitectura modernista, en cuyo interior podrá disfrutar de baños termales bajo techos decorados con mosaicos de colores.

 

Veli bej, el baño turco más grande de la ciudad, que ofrece a los visitantes 5 piscinas, saunas y diferentes servicios. En Buda encontrará además el balneario Lukács. Este establecimiento ofrece una completa gama de tratamientos médicos e instalaciones para el wellness, además de un baño de vapor y una sala con paredes recubiertas de sal del Himalaya que ayudan a respirar mejor. La fuente del baño termal es rica en calcio, magnesio, iones de fluoruro, carbonato de hidrógeno, sulfato, sodio y cloruro, que pueden ayudar a tratar problemas de salud como trastornos de las articulaciones o neuralgias, entre otros. Uno de los parques temáticos acuáticos cubiertos más grandes de Europa, el Aquaworld, ofrece numerosas piscinas y toboganes para los que vienen en familia o para los que buscan aventuras durante todo el año.

Reconfortantes bebidas calientes en el centro de la ciudad y aventuras invernales en las colinas de Buda

Si está cansado de caminar todo el día, la ciudad cuenta con múltiples cafeterías en las que puede calentarse mientras disfruta de una bebida caliente. Muchos de estos lugares ofrecen una gran variedad de cafés artesanales o exquisitas especialidades de chocolate caliente, mientras que acogedoras casas de té muestran coloridos otomanas y mullidas almohadas en imaginativos interiores decorados con vibrantes colores y una amplia selección de tés.

 

Si visita Budapest, no debe perderse la experiencia de dar un paseo a lo largo del Danubio; las hermosas orillas que van desde la colina Gellért hasta el puente Margarita han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Si está nevando mientras está en la ciudad, no deje de pasear por las colinas de Buda. Normafa es uno de los lugares de visita obligada, no solo por sus espectaculares vistas de Budapest, sino también porque es uno de los lugares preferidos por las familias del lugar para pasear en trineo. Disfrute del ambiente alegre y del espectáculo que ofrecen los niños montados en trineos en la nieve, con perros corriendo alrededor o, si le apetece, bajando la colina en trineo usted mismo.

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